DOS CORTITAS DE LA CRISIS

Muchas veces escucho de amigos esta frase: “Perú es el país de las maravillas”. La expresión contradice perfectamente con el temor que impera en todos los países. Ya que mientras el orbe está con los pelos de punta por la crisis mundial, acá lanzan un “plan anticrisis” que, dicen, nos cubrirá del vendaval. Cuando ya están despidiendo a personas en Alemania, Inglaterra, España y Japón, acá- en el país de las maravillas- no pasa nada. Y está bien, a nadie le gusta que lo despidan pero es extraño que potencias mundiales se vean más afectadas que nuestro tercermundista país. Los que sufren son nuestros compatriotas afuera. Un tema alarmante porque los trabajadores foráneos están recibiendo duros ataques xenófobos exigiendo el trabajo que ellos sienten arrebatado por los inmigrantes. Se ha calculado que 200 mil peruanos estarían en riesgo de perder su puesto. Mucho ojo.

Un invento más del marketing. No contentos con dejarnos pobres en las navidades, el 14 de febrero -día de los enamorados- es una de las fechas más artificiales del año. Y para colmo de males le toca sábado.
En plena crisis, las más entusiastas son las chicas, que no dudan en comprometer a su chico con un pequeño “regalito”. ¡Uff! Emboscado, es inevitable tener que salir a algún lado. Por alguna inexplicable razón, todo sube de precio y los soles, que advertidos por el dilema económico, dudan de salir de los bolsillos. Lo “peor” es encontrar una mesa vacía. Lastimosamente está abarrotada de corazones efervescentes. Digo peor para las chicas porque el enamorado, contento, le hará alguna propuesta indecente para ir a algún parque recóndito y oscuro con una sangría bajo el brazo. La chica, ni corta ni perezosa, lo mandará al diablo y él pugnará por encontrar una mesita en algún restaurante. En fin, “El amor hace tonto a los inteligentes” dice el viejo adagio, habrá que tontear sólo un día… ¡No más!