Esta novedosa palabra que encontré en una entrevista a Robert Proctor, profesor estadounidense de Historia de la Ciencia de la Universidad de Stanford, es aplicable en todos los ámbitos de nuestra vida, es más diría que es la favorita de muchos políticos.
Proctor explica que la agnotología es el estudio de la política de la ignorancia. "Investigo cómo la ignorancia se genera activamente a través de cosas como el secretismo en los avances científicos militares o por medio de políticas deliberadas. Es el caso del esfuerzo en generar confusión por parte de una industria del tabaco cuyo lema no es otro que “La duda es nuestro producto” (este fue explicado en detalle en la memoria de una compañía tabacalera de 1969). El conocimiento no siempre crece, también puede destruirse."
Y eso es lo que desean muchos políticos, empresarios o simples personas que desean mantener a los pueblos en absoluta ignorancia. Es increíble cómo las "mentes débiles" son las que están más propensas a este tipo de mentiras. Lo vemos en la religión, mucha gente aún cree que desciende de Adán y Eva y ponen en tela de juicio la teoría de la evolución. Es que ciencia y religión son como el agua y el aceite.
En tanto a política, es común confundir a las personas. Lo vimos hace poco en el sangriento desenlace que dejó más de una treintena de muertos en la selva de Bagua. Los nativos, fueron azuzados con consignas que iban a perder sus tierras y que grandes corporaciones se iban a apoderar de ellas contaminando y destruyendo esa hermosa zona oriental, lo que devino en paros, intransigencias, negociaciones frustradas y finalmente asesinatos de policías y nativos.
Se supone que debemos aprender del pasado para mirar el futuro con optimismo y así no cometer errores, pero nos encanta recorrer caminos similares, vivir siempre en Deja Vu constante.
Proctor explica que la agnotología es el estudio de la política de la ignorancia. "Investigo cómo la ignorancia se genera activamente a través de cosas como el secretismo en los avances científicos militares o por medio de políticas deliberadas. Es el caso del esfuerzo en generar confusión por parte de una industria del tabaco cuyo lema no es otro que “La duda es nuestro producto” (este fue explicado en detalle en la memoria de una compañía tabacalera de 1969). El conocimiento no siempre crece, también puede destruirse."
Y eso es lo que desean muchos políticos, empresarios o simples personas que desean mantener a los pueblos en absoluta ignorancia. Es increíble cómo las "mentes débiles" son las que están más propensas a este tipo de mentiras. Lo vemos en la religión, mucha gente aún cree que desciende de Adán y Eva y ponen en tela de juicio la teoría de la evolución. Es que ciencia y religión son como el agua y el aceite.
En tanto a política, es común confundir a las personas. Lo vimos hace poco en el sangriento desenlace que dejó más de una treintena de muertos en la selva de Bagua. Los nativos, fueron azuzados con consignas que iban a perder sus tierras y que grandes corporaciones se iban a apoderar de ellas contaminando y destruyendo esa hermosa zona oriental, lo que devino en paros, intransigencias, negociaciones frustradas y finalmente asesinatos de policías y nativos.
Se supone que debemos aprender del pasado para mirar el futuro con optimismo y así no cometer errores, pero nos encanta recorrer caminos similares, vivir siempre en Deja Vu constante.
Proctor dice que debemos ser curiosos por todo. Que nuestra vida sea una constante interrogación de ¿por qué estamos aquí? Preguntar constantemente por las cosa sencillas de la vida, quizás así no caigamos en la industria de la creación de la ignorancia como reza el titular de la entrevista.
1 comentario:
En un programa de RNE (Radio Nacional de España) han mencionado el concepto Agnotología, aplicado a la situación de grave crísis económica de la vieja Europa.
Despues de googlear diez minutos, he dado con su entrada de 2009 en este blog. Compruebo que he coincidido con una veintena de Españoles que les han visitado en los últimos minutos. Enhorabuena por su claridad. Simplemente, ¡Sublime!
Juan
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