Es importante no pasar por alto estos hechos. Hace una semana en los medios de comunicación, vimos a la recluta Sadith Raymondi Bazán, de 19 años, protagonizar un hecho execrable. Acusaba de violación al mayor del ejército peruano Miguel Gómez Ormeño. Esta no es la primera vez que hay denuncias de violación en las instituciones castrenses. A inicios de este año una policía denunciaba haber sido violada en las instalaciones del Hospital de la Policía Nacional del Perú. Un caso que aún no ha sido esclarecido. Y muchos casos más tan solo este año . Pero llama la atención las declaraciones del mayor Gómez, quien confesó haber hecho un bacanal en el interior del cuarte del ejército Hoyos Rubio. Una reunión "austera", que incluía buffet, vino y cerveza. Él junto a sus compinches embriagaron a la recluta Raymondi y la sacaron del cuartel para llevarla a una discoteca. Posteriormente Sadith Rymondi recordaría que amaneció en la habitación de un hotel junto a su violador. Como era de esperar el mayor niega todo los cargos en todos los canales de televisión menos al que le dio tribuna a la muchacha.
la recluta Raymondi, con lujo de detalles, da nombres, menciona cargos y pone en jaque a una institución que, en palabras de su Comandante General Edwin Donayre, intenta acercarse más a la población. La pregunta está si este tipo de "acercamientos" son a los que se refiere Donayre, en una institución que está podrida desde hace muchas décadas. Por lo pronto políticos ya han levantado su voz de protesta, como era de esperar, y se espera que tomen medidas radicales y no sea como siempre, para ganarse con alguito de popularidad.
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