domingo, 14 de septiembre de 2008

A PROPOSITO DEL LHC


La primera aventura del profesor en simbología Robert Langdon está narrada en el libro de Dan Brown “Ángeles y Demonios”. En ese alucinante relato conoce al científico Maximilian Kohler director del Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire (CERN), dedicada a investigaciones nucleares. El edificio principal de está ubicado en Suiza. Cuando Langdon recore con Kohler las instalaciones del CERN le pregunta al científico el significado de las siglas LHC, la respuesta no se hizo esperar “Large Hadron Collier”, o en pocas palabras, un acelerador de partículas.
Cito algunas referencias del libro:
“—El LHC es la máquina más grande de la tierra…” “Tiene más de ocho kilómetros de diámetro… y veintisiete kilómetros de largo”…

“—Los científicos saben desde 1918-continuó -Victoria- que en el “Big Bang” se crearon dos tipos de materia. Una materia es la que vemos en la tierra, la que compone rocas, árboles, personas. La otra es su contraria, idéntica a la materia en todos los aspectos, excepto en que las cargas de sus partículas son inversas…”

“—Energía sin límites. Sin minas. Sin contaminación. Sin radiación. La tecnología de la antimateria podría salvar el planeta…”

El LHC fue construido para ayudar a los científicos a responder ciertas preguntas esenciales de la física de las partículas para las que todavía no hay respuesta. Finalmente el objetivo de la impresionante máquina es encontrar otras formas de energía utilitaria para nuestro beneficio o el beneficio de otros, no sé.

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