jueves, 15 de enero de 2009

¿SOMOS EL HAZMERREÍR?


Las palabras más usadas entre los trabajadores cuando han tenido una mala noche después de una juerga o fiesta es estar con la resaca o ‘resaqueao’ en términos coloquiales. Los más “juergueros” o “fiesteros”, como quieran llamarlo, van “de boleto” a trabajar, es decir, se quedaron hasta las últimas consecuencias y así tuvieron que irse a laborar de corrido. Obviamente tratando de disimular con una tonelada de caramelos mentolados y gotas para los ojos enrojecidos. Amén de que su escritorio está abarrotado de botellitas de bebidas rehidratantes. ¡Agua, ni hablar! la boca necesita un poco de sabor. Generalmente la gente es más divertida en ese estado y más sincera en sus palabras. Da la impresión que su cerebro liberara la famosa dopamina porque se encuentran en un estado de felicidad envidiable para quienes trabajan sin haber tomado un día antes. Aunque en la tarde ya se les observa un poco cabizbajos, con exceso de transpiración, hambrientos, sucios y amodorrados producto de la ¿mala noche? Más bien buena noche a mi entender.
Hace unos días, un trabajador despedido por ir en estado de ebriedad fue repuesto en su trabajo por un fallo del Tribunal Constitucional que consideró “desproporcionado e irrazonable” su separación de dicho centro de labores; específicamente la Municipalidad de Chorrillos.
La ley laboral califica como falta grave la concurrencia reiterada del trabajador a su centro laboral en estado de embriaguez, y aunque la misma no sea reiterada, por la naturaleza de la función o del trabajo, dicha situación revista excepcional gravedad. Además, la policía debe prestar su apoyo para verificar esta situación. “Es decir, si un trabajador acude a laborar en estado de embriaguez, en forma reiterada o una sola vez, si ello resulta demasiado grave por sus funciones, y la autoridad policial constata dicha situación, el trabajador puede ser despedido”, sostiene el laboralista César Puntriano Rosas.
Demás está decir que esta noticia ha dado la vuelta al mundo. Claro que debe estar en secciones como “Loco Mundo” o “El otro lado de la noticia”. Las autoridades calificaron como "error gravísimo" y "fallo vergonzoso que nos pone como el hazmerreír del mundo" ¿Y bueno, que se puede hacer si la ley ampara al trabajador? Obviamente que una persona puede decir que en ese estado trabaja mejor o en otros casos su rendimiento no es el mismo y hasta perjudicial par la empresa que lo contrató. Pero hecha la ley hecha la trampa ¿de qué nos quejamos? Si el tipo no es reincidente, entonces ¿Cuál es el problema?
El hecho sucedió en el 2004, la justicia dio su última palabra.

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