domingo, 19 de julio de 2009

J.K. ROWLING Y SU VENGANZA CONTRA LA PRENSA



En el mundo mágico de Harry Potter existe un diario que se llama “El Profeta”. La característica más resaltante de esta famosa publicación, son sus titulares tergiversados y sus fotografías en movimiento que le dan mayor impacto a la noticia. Por este diario los amigos de Harry se enteran de lo que está pasando y se indignan por las mentiras que se dicen. Lógicamente que estamos hablando de un mundo fantástico, pero, este medio ocupa un lugar preponderante en todas las historias protagonizadas por el mago inglés.




La estrella de este medio de comunicación mágico es su reportera Rita Sketer, una periodista sin escrúpulos que usa todos sus recursos “extraperiodísticos” para conseguir una primicia. Una mujer parcializada que se mueve como serpiente en el paraíso cuando interroga a sus víctimas. En el mundo mágico, Rita Skeeter es un animago, es decir, una persona que tiene la facilidad de convertirse en un animal, en este caso un insecto, que espía a los protagonistas. Allí radica el truco para conseguir sus exclusivas, acompañada siempre de su pluma mágica que escribe en una libreta espontáneamente, un artilugio muy deseado.




El Profeta, siendo el único diario —no se menciona otro, salvo una revista, El Quisquilloso, que le juega la contra— mantiene un respeto y una credibilidad entre los magos. Es así que Harry, muchas veces maltratado por la publicación, es mirado en muchas ocasiones como un bicho raro y alejado de sus amigos por las noticias que se publican sobre él.




Terminé de leer su séptimo dónde se cierran las interrogantes que se dejaron a lo largo de sus historias. Aunque no me gustó mucho el final, no cabe dudas que la escritora inglesa, J.K Rowling, tiene una imaginación prodigiosa para dar vida, en la mente de los millones de niños y adolescentes, una historia que le ha generado sustanciosas ganancias.




Claro, muchos criticarán que no es literatura lo que hace, pero vasta que un niño los lea completo para que despierte su curiosidad por otras publicaciones, si consigue eso un libro, es un paso importante y no me queda dudas que sus historias lo han conseguido.
Una vez, J. K. Rowling en una entrevista que fue transmitida por cable y que formó parte de un documental sobre su famosa creación, dijo que luego de la fama muchas historias se habían escrito sobre ella, historias que pudo soportar, pero una le provocó ira. “Que en su casa no había calefacción y que era un martirio soportar el invierno londinense”. Ella, con dos hijos a cuestas, jamás hubiera permitido que padezcan esas penurias. Rowling, escribía a Harry Potter en un café siempre acompañada de sus hijos. Cuando salió la publicación, y era mostrada en librerías, ella tímidamente, iba a ver su creación, y deseaba decirle a los lectores ¡Hey, ese es mi libro! En ese entonces era una novel escritora.




Ya estrenada la última película, Harry Potter y el Príncipe Mestizo, ha logrado conseguir un éxito de taquilla sin precedentes. Qué más se podía pedir si sus historias han mantenido a muchos niños y hoy adolescentes durante casi diez años en vilo.
¿Qué sentirá ahora su autora cuando se le vienen a la mente sus duros inicios? Quizás, la comisura de sus labios se torcerá un poquito leyendo algún diario londinense.

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