Cuando Julio Verne escribió De la Tierra la Luna en 1865, se imaginó un cañón que lanzaba un proyectil con el objetivo de que este alcanzara la superficie lunar. Para eso deben resolver ciertos problemas científicos para que llegue a su destino final, sin embargo, no llega al lugar planificado convirtiéndose en un satélite.
Pasó un poco más de 100 años para que el sueño de conquistar la luna se hiciera realidad. Quizás las teorías de Verne, en esa época, no hubieran llevado al hombre siquiera a otro país con ese transporte, pero la proyección científica de este increíble escritor generó que muchos científicos se obsesionaran con conquistar las estrellas.
El siguiente gran paso para la humanidad -o Estados Unidos- es Marte, exhortan los astronautas del Apolo 11, seguro lo conseguirán.
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